A toda producción actual se le exigen novedades, una experiencia excitante que se aleje de los cánones establecidos y que sepa calar en la retina del jugador. Deadly Creatures reúne todo lo necesario para llamar la atención de los usuarios de una consola que ha sido menos prolífera en nuevas licencias de lo que podríamos desear, una situación que desde Nintendo se empeñan en aliviar pidiendo paciencia para que los proyectos que comenzaron en 2008 tengan su oportunidad para saltar a la palestra y sorprender. Ese ha sido desde un primer momento el objetivo de Rainbow Studios, un equipo de desarrollo adjunto a THQ que puso sobre la mesa un proyecto extraño, poco habitual; raro. De entre todos los adjetivos posibles éste es el que mejor encaja con la mecánica de Deadly Creatures, básicamente por tratarse de un videojuego que pone al jugador en las pieles de una tarántula y de un escorpión, que asisten como personajes secundarios al verdadero argumento del título.
Ciertamente se trata de una propuesta que en un principio obtuvo la desconfianza del público y de la prensa especializada, conscientes de que hasta la fecha pocas compañías han logrado sacar el máximo rendimiento a Wii, bien en lo que respecto al apartado técnico o al sistema de juego, sendos campos que pocos títulos han logrado combinar. Precisamente por este motivo Deadly Creatures se enfoca desde una perspectiva muy distinta a la habitual, a la que hemos venido disfrutando en los videojuegos en los últimos años. Es evidente que el mercado del ocio electrónico necesita, al igual que cualquier otro, productores que sean capaces de innovar y de aportar una nueva perspectiva. Es por ello que la premisa principal de este título necesita ser vivida en primera persona, a solas en un cuarto donde podamos concentrarnos e involucrarnos
con los acontecimientos que se suceden ante nuestros ojos.
Ciertamente se trata de una propuesta que en un principio obtuvo la desconfianza del público y de la prensa especializada, conscientes de que hasta la fecha pocas compañías han logrado sacar el máximo rendimiento a Wii, bien en lo que respecto al apartado técnico o al sistema de juego, sendos campos que pocos títulos han logrado combinar. Precisamente por este motivo Deadly Creatures se enfoca desde una perspectiva muy distinta a la habitual, a la que hemos venido disfrutando en los videojuegos en los últimos años. Es evidente que el mercado del ocio electrónico necesita, al igual que cualquier otro, productores que sean capaces de innovar y de aportar una nueva perspectiva. Es por ello que la premisa principal de este título necesita ser vivida en primera persona, a solas en un cuarto donde podamos concentrarnos e involucrarnos

Devorar o ser devorado...
La austeridad de los menús iniciales y la falta de una presentación espectacular son dos señales que asusten en la primera toma de contacto con el título. Una tarántula nos da la bienvenida mientras decidimos en qué modalidad queremos comenzar, una elección bastante sencilla dado que el título carece de cualquier opción ajena a la de disputar la partida principal, además de las habituales opciones ingame y de una interesante colector de extras en el que descubrimos sendas entrevistas a los encargados del doblaje del juego, un dato cuanto menos curioso si es la primera vez que nos acercamos al título, sin ser conscientes de que son dos seres humanos los auténticos protagonistas de esta aventura. De este hecho sólo nos percatamos unos minutos más tarde, cuando nos lanzamos de cabeza a descubrir qué es lo que lo que nos aguarda en el interior de Deadly Creatures.
Las escenas introductorias son un baile entre los dos insectos esenciales del título. Cazador y presa se intercambian entre una tarántula y un escorpión, mientras ambos emplean sus artimañas para capturas a la presa. La cámara juega con el espectador creando cierta incertidumbre sobre qué es exactamente lo que estamos presenciando y qué papel juegan estos dos arácnidos –el escorpión forma parte de la familia de las arañas- en la partida. Del combate inicial sólo podemos extraer la derrota momentánea por parte del escorpión, que finalmente huye hacia paradero desconocido. La cámara se desplaza lentamente hacia el trasero de la araña hasta que llega nuestro turno y por fin tomamos el control de tan desagradable ser.
El manejo de nuestro pequeño amigo se realiza a través del Wiimote y del Nunchuk, son ninguna vía alternativa a esta. Deadly Creatures es una aventura intrigante y extrañamente satisfactoria que entretiene de principio a fin y que representa la incorporación de una más que probable nueva franquicia en la que todo transcurre desde los ojos de un miserable arácnido que lucha por sobrevivir, ajeno a las preocupaciones de los seres humanos.
La grandeza de esta producción radica en una puesta en escena que no podríamos imaginar en una consola ajena a Wii, no tanto por el notable aspecto visual –siempre mejorable- como por la sensación que es capaz de transmitir un sistema de control intuitivo que refleja a la perfección los movimientos de dos protagonistas que sólo por su apariencia son capaces de poner la piel de gallina. Si a esto le sumamos la incorporación de varias estrellas de interés en el doblaje
como son Billy Bob Thornton y Dennis Hopper obtenemos como resultado un título con un altísimo valor de producción que Wii necesitaba como agua de mayo.
Las escenas introductorias son un baile entre los dos insectos esenciales del título. Cazador y presa se intercambian entre una tarántula y un escorpión, mientras ambos emplean sus artimañas para capturas a la presa. La cámara juega con el espectador creando cierta incertidumbre sobre qué es exactamente lo que estamos presenciando y qué papel juegan estos dos arácnidos –el escorpión forma parte de la familia de las arañas- en la partida. Del combate inicial sólo podemos extraer la derrota momentánea por parte del escorpión, que finalmente huye hacia paradero desconocido. La cámara se desplaza lentamente hacia el trasero de la araña hasta que llega nuestro turno y por fin tomamos el control de tan desagradable ser.
El manejo de nuestro pequeño amigo se realiza a través del Wiimote y del Nunchuk, son ninguna vía alternativa a esta. Deadly Creatures es una aventura intrigante y extrañamente satisfactoria que entretiene de principio a fin y que representa la incorporación de una más que probable nueva franquicia en la que todo transcurre desde los ojos de un miserable arácnido que lucha por sobrevivir, ajeno a las preocupaciones de los seres humanos.
La grandeza de esta producción radica en una puesta en escena que no podríamos imaginar en una consola ajena a Wii, no tanto por el notable aspecto visual –siempre mejorable- como por la sensación que es capaz de transmitir un sistema de control intuitivo que refleja a la perfección los movimientos de dos protagonistas que sólo por su apariencia son capaces de poner la piel de gallina. Si a esto le sumamos la incorporación de varias estrellas de interés en el doblaje

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