El día en que Capcom decidió dar carpetazo al estudio Clover, padres de obras tan refrescantes y originales como Okami, God Hand o Viewtiful Joe, no fuimos pocos precisamente los que nos sentimos decepcionados, sensación que se transformó en gozo cuando sus antiguos miembros fundaron Platinum Games. Fruto de este nuevo estudio es Madworld, un título ultra violento cuya puesta en escena se basa en un singular apartado artístico, donde los contrastes en blanco y negro chocan con chorreante sangre carmesí.
La cosmopolita ciudad de Varrigan City ha sido tomada por un poderoso comando terrorista, sumiéndola en el caos y terror más absolutos para convertirla en el escenario de un macabro Reality-Show llamado Death Watch. Su Alcalde, al comprobar que no tiene opción ninguna de liberar a la capital por medios legítimos, opta por convertirse en patrocinador del sangriento Reality introduciendo a Jack, una mole de músculos y testosterona con un único objetivo: sesgar la vida de todo lo que se le ponga por delante.
El funcionamiento del formato televisivo es sencillo, con una idea parecida a la película “Perseguido”, protagonizada por Arnold Schwarzenegger a mediados de los 80, Jack se encuentra en medio de un campo de batalla rodeado de asesinos que forman parte de un ranking de apuestas. Nuestro antihéroe comienza en la 256ª posición, y de nosotros depende subir puestos en el escalafón hasta llegar a ser el número uno. Para ello, nos dedicaremos a asesinar de las formas más variopintas posibles, aumentando nuestra puntuación para que los patrocinadores se fijen en nosotros; cuando uno de ellos lo haga, nos propondrá alcanzar una determinada posición en la tabla para enfrentarnos a un súper asesino, confiando en apostar una gran suma de cantidades de dinero. Lejos de ser un mero espectador, el patrocinador que se fije en nosotros hará las veces de mecenas, otorgándonos armas nuevas si le gusta nuestro particular
ballet de hemoglobina.
La cosmopolita ciudad de Varrigan City ha sido tomada por un poderoso comando terrorista, sumiéndola en el caos y terror más absolutos para convertirla en el escenario de un macabro Reality-Show llamado Death Watch. Su Alcalde, al comprobar que no tiene opción ninguna de liberar a la capital por medios legítimos, opta por convertirse en patrocinador del sangriento Reality introduciendo a Jack, una mole de músculos y testosterona con un único objetivo: sesgar la vida de todo lo que se le ponga por delante.
El funcionamiento del formato televisivo es sencillo, con una idea parecida a la película “Perseguido”, protagonizada por Arnold Schwarzenegger a mediados de los 80, Jack se encuentra en medio de un campo de batalla rodeado de asesinos que forman parte de un ranking de apuestas. Nuestro antihéroe comienza en la 256ª posición, y de nosotros depende subir puestos en el escalafón hasta llegar a ser el número uno. Para ello, nos dedicaremos a asesinar de las formas más variopintas posibles, aumentando nuestra puntuación para que los patrocinadores se fijen en nosotros; cuando uno de ellos lo haga, nos propondrá alcanzar una determinada posición en la tabla para enfrentarnos a un súper asesino, confiando en apostar una gran suma de cantidades de dinero. Lejos de ser un mero espectador, el patrocinador que se fije en nosotros hará las veces de mecenas, otorgándonos armas nuevas si le gusta nuestro particular

Wiimote y Nunchuck: Herramientas de destrucción masiva...
Dentro de los controles básicos, emplearemos el botón A para proferir golpes sencillos, y moviendo el Wiimote en horizontal y vertical propinaremos un fuerte sopapo o un demoledor gancho respectivamente. Dispondremos a su vez de una motosierra en nuestro brazo derecho que se activa manteniendo pulsado el gatillo B (vibración y sonido en el mando incluidas), y con los mismos movimientos podremos elegir si rebanamos a un asesino por la cintura, o en cambio lo cortamos de arriba abajo. Sobra indicar que combinando ataques débiles, fuertes y tajos de motosierra conseguiremos efectivos combos con los que aumentar la puntuación. En ciertos ocasiones, nuestros enemigos quedarán indefensos por las palizas recibidas, momento en el que aparecerá en pantalla “acaba con él”, y con tan solo pulsar A ó B, ejecutaremos un fatality en toda regla según el arma que tengamos equipada.
Lejos de quedarse ahí las diferentes maneras de matar disponibles, manteniendo pulsado A conseguiremos agarrar tanto a otros asesinos, como los diferentes objetos del escenario. Supongamos que cogemos una señal de tráfico y nos acercamos a un oponente, se la podremos clavar en la cabeza para después regodearnos viendo como sufre mientras se tambalea de un lado para otro. De otra forma, agarrando enemigos optaremos a usar el mobiliario urbano a nuestro favor, así, si encontramos un barril en llamas, no dudaremos en meter de cabeza al pobre incauto que caiga en nuestras manos, o si vemos una pared sembrada

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